4. Atnesba – Lenguajes Olvidados

Un post por Pietrus el February 25, 2016 - 0 minute read

Se abre la puerta de un garito; una callejuela. Una callejuela habitada por los seres de la noche embriagados de la bebida perjudicial que llevan tragando durante toda la tarde-noche. Hay gentío y alboroto, provocado por un par de borrachos que parecen querer bronca. Por lo menos uno de ellos, el otro cae al suelo torpemente empujado por el primero. Paremos el relato aquí y analicemos a los individuos de este altercado. El primero es un joven de unos dieciocho o diecinueve años que está borracho y ofendido, muy mala combinación, ofendido por que le han faltado el respeto a su bicho pareja. El segundo personaje de la trifulca es nuestro protagonista. Ahí tenemos a Pietrus que sin comerlo ni beberlo (No, espera, si, bebiéndolo mucho) se ha visto siendo el centro de una pelea de borrachos. Sus acompañantes, que le habían perdido de vista por unos momentos en las sutilezas de la noche, no se explican como en tan poco tiempo la ha podido liar tanto.

Para entenderlo todo retrocedermos a la casilla de salida. Y explicaremos también el porque de una casilla de salida. Imitando una gran película; Pietrus, T-Rex y Señor X (Grupo de héroes a partir de ahora) se les ocurrió realizar una batida a través de seis emplazamientos, para ingerir exactamente una pinta de néctar dorado y espumoso en cada uno de ellos. ¿La distancia de la travesía? Una milla. Por lo tanto esa ruta, recibe el nombre de La Milla de Oro. Bien, no es la importancia de como transcurre la milla, si no de lo que acontece después.

Una vez cruzado ese recorrido lleno de obstaculos y pérdidas (dinero sobre todo), se llega a la etapa final; La Tasca Charlie, donde se puede encontrar el mejor calimocho que ha existido o existirá en el mundo. Nuestro grupo de héroes, ya ligeramente afectados y lastimados por realizar la Milla, pero no por ello acobardados, piden una jarra, y antes de que el tabernero (el buen tabernero de confianza) se pudiese dar la vuelta, ya se le estaba pidiendo una segunda jarra, y cuando entrega esta segunda jarra se aprovecha y se le pide una tercera. Los efectos de la bebida empiezan a tomar una dimensión considerable. Y es ahí, en ese momento cuando hay mas calimocho en la mesa que en la propia mesa, cuando nuestro buen tabernero hace sonar una cantinela de gran belleza. Pietrus, embargado por la melodia, empieza grácilmente a levitar sobre las mesas con la intención de acercarse al tabernero y agradecerle el escoger aquella maraillosa tonada. A modo de celebración quiere ofrecerle a sus acompañantes una bebida singular, que resulta no ser del agrado de ninguno de ellos. Lástima. Por lo que Pietrus en un acto de [FALTA DE CONTENIDO] se bebe ese líquido que sus compañeros repelen. Y por obra de algún hechicero, o no lo quiera nadie, del tabernero, Pietrus se ve corrompido y su lengua cobra vida propia. Cabe decir que en este momento se le perdió la pista a Señor X, asuntos importantes en otras tierras cargadas de peligros requerían de su presencia. Tras unas cuantas vueltas, meadas y frases en lenguas ya olvidadas por los mortales, cambian de ubicación y se trasladan a Charlie Pub, tambien conocido como Charlie Dos, también conocido como Pull and Bar, donde puedes encontrar el peor calimocho de toda la comarca.

Alegre y vivaz, Pietrus se agolpa en una mesa de desconocidos que él confunde con conocidos. Y su lengua hechizada, aún maldita por algún motivo, le hace saber a un joven que su pareja actual es mas parecida a un insecto que a un ser humano. Nadie sabe que es lo que pasó después. Pero Pietrus cayó en una emboscada perpetrada por su lengua maldita, y cayó al suelo debido al empujón del furioso entomófilo. Y se vio siendo el protagonista de una pelea de borrachos. En un sabio acto, Pietrus pidió paz, pues con la violencia solo se llega al hospital. Pero, por lo visto, continuaba hablando en lenguas prohibidas, y sus oyentes no le entendían. Por suerte, apareció de la nada T-rex, y remedió la situación con una mágica cortinilla de estrella. Cabe decir que en ese oportuno momento apareció Señor X para manifestar asombro por lo que sucedía. La noche fue culminada con una retirada a tiempo, y sin más adversidades. Si no contamos como adversidad la hora y media que el escurridizo Pietrus le hizo pasar al bueno de T-rex escondiendose entre carrozas. FIN.